México, 24 enero.- La Ley Rider buscaba que los repartidores contaran con derechos laborales y fueran contratados como cualquier otro empleado por las plataformas de delivery. No obstante, el primer y quizás más grande error del gobierno fue no tomar en cuenta la voz y postura de los repartidores.
En numerosas manifestaciones y en diferentes ciudades de España, organizaciones como Repartidores Unidos y la Asociación Profesional de Riders Autónomos (APRA), advirtieron sobre el peligro de la Ley Rider y desde marzo de 2021 estimaron que 15 mil repartidores perderían sus ingresos de ser aprobada.
El segundo error del gobierno fue pensar que el delivery, como parte de la economía colaborativa, podía ser regulado y de alguna manera, transformado a trabajos tradicionales, obligando a las empresas a contratar a los repartidores como empleados.
Todo esto derivó en lo que Repartidores Unidos, APRA y otros legisladores advirtieron. Portales españoles como vozpopuli.com han recabado diferentes testimonios de “Riders” que han expresado su inconformidad con las nuevas condiciones.
Por ejemplo, uno de ellos explicó que ahora su labor como repartidor se refleja en “un sueldo de 1.180 euros brutos (apenas 1.000 euros netos) a través de una subcontrata o Empresa de Trabajo Temporal, con jornadas de 40 horas a la semana, un solo día de descanso, usando su vehículo personal y con contratos laborales renovables cada quince días”. Otro testimonio recabado por el mismo sitio expresa; “Así no veo viable este trabajo, yo antes ganaba más y tenía mucha más flexibilidad de horarios y para elegir los pedidos. Me salía más rentable siendo autónomo, ahora prácticamente nos dejan en la calle”.
Asimismo, Wired, revista mensual estadounidense que existe desde 1993 y portal de tecnología, publicó un reportaje titulado “España tenía un plan para arreglar la economía Gig. NO FUNCIONÓ”, en el cual precisamente aborda el tema de la Ley Rider con testimonios contundentes de repartidores: “Ocho horas al día solían ser suficientes. Ahora tengo que trabajar más para ganar la misma cantidad de dinero. Todo comenzó con la Ley Rider. Ellos [el gobierno español] dijeron que era lo mejor para nosotros, pero sólo ha hecho que nuestros trabajos sean más precarios”.
Ahora, el repartidor de nombre Daniel Freitas dice que está luchando para llegar a fin de mes después de pagar el combustible de su motocicleta, un contador, el IVA y las contribuciones al seguro nacional que ascienden a una tasa mensual fija de 289 euros para los autónomos.
Quizás la salida de Deliveroo de España por dicha ley, lo que dejó fuera de la industria a aproximadamente 4,000 repartidores y 9,000 restaurantes, es la representación más explícita del daño; “Estaba tan enojada cuando escuché que [Deliveroo] se iba, es mi mayor fuente de ingresos y luego, de repente, me dijeron que se iba”, dijo Lydia Camargo, una repartidora de 42 años de Madrid que trabajaba con Deliveroo y Glovo. “Esta ley nos está dejando sin nada”, declaró a Wired. En enero de 2022, el portal The Objective publicó lo siguiente: “El proyecto estrella de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no sólo no ha logrado que los casi 30,000 repartidores del sector tuviesen un contrato por cuenta ajena con sus respectivas plataformas, sino que además ha sido la causante de que 10,000 riders se hayan quedado sin empleo durante 2021”.