España está a punto de pedir a cientos de empresas que se sumen a una de las pruebas más importantes de la historia sobre si se puede implementar una semana laboral de cuatro días sin dañar la economía.
Si bien las iniciativas en otros lugares han sido principalmente a pequeña escala y por empresas individuales, la administración del primer ministro Pedro Sánchez acordó destinar 50 millones de euros (59 millones de dólares) de dinero público a un programa nacional de tres años.
Es la creación de un pequeño partido político de izquierda llamado Mas País, que persuadió al gobierno liderado por los socialistas para implementar una semana laboral de cuatro días, 32 horas, y luego evaluar el experimento. El líder del partido, Iñigo Errejon, espera que alrededor de 200 empleadores se registren voluntariamente, con una fecha de inicio en el otoño.
Proponen semana laboral de cuatro días porque ahora se produce más en menos tiempo
“Han pasado cien años desde la última vez que acortamos la jornada laboral, es decir, cuando ganamos el derecho a las ocho horas”, dijo en una entrevista en Madrid. «En los últimos 100 años, hemos seguido produciendo más con menos horas de trabajo y, sin embargo, esta capacidad de producir más gracias a la tecnología no ha generado más tiempo libre para las personas».
Errejon, de 37 años, pedía una semana laboral de cuatro días incluso antes de la pandemia de Covid-19, pero dice que ahora es más plausible en España porque la crisis ha demostrado que es posible una mayor flexibilidad en el lugar de trabajo.
Aún así, reconoce que tiene una batalla cuesta arriba para hacer de esto algo más que un experimento. Sánchez aceptó el piloto en enero con la condición de que Mas País votara a favor del plan de gastos de la administración en el marco del fondo de recuperación de la Unión Europea. Desde entonces, los ministros y otros altos funcionarios han dicho que una semana laboral de cuatro días no es una prioridad política.