La empresaria María Asunción Aramburuzabala decidió retirar sus negocios de México y dar pie a la búsqueda de nuevos mercados en Europa y Estados Unidos, debido al fracaso obtenido en sus negocios en la actual administración.
La empresaria formó parte del círculo dorado de proveedores que en sexenios anteriores se vieron altamente beneficiados con contratos millonarios, pero sobre todo con la conocida «Cuarta Transformación».
Ahora su hijo Pablo Zapata quedó a la cabeza de sus negocios en el país, sobre todo porque María Asunción ha experimentado desde hace varios años crisis y conflictos en sus empresas consolidadas en México.
Uno de los principales escándalos se registró en 2019 cuando decidió ajustar precipitadamente la estructura de su empresa inmobiliaria Abilia, lo cual generó incertidumbre y descontento entre sus colaboradores.
Fue en mayo de ese año, cuando bajo acusaciones de presunto fraude que hasta la fecha no se han comprobado, Aramburuzabala despidió a sus más cercanos colaboradores y pilares de Abilia como Guillermo Buitano, Carlos Padillaa, Claudia Rosso, Pablo Guzzo y Mauricio Oliver.
A pesar de continuar con sus operaciones, la empresa inmobiliaria no logró recuperarse de esa reestructura ni alejarse de los señalamientos por problemas con contratistas, incumplimiento de contratos, retrasos y mala calidad en los desarrollos inmobiliarios.