Los sindicatos de británicos y turcos han pedido que se suspenda el acuerdo comercial de continuidad entre los dos países a menos de un mes después de su firma.
Les preocupa el trato de Turquía a los empleados públicos y sindicalistas. En noviembre pasado, la policía turca detuvo a 26 miembros de un sindicato de maestros y golpeó a los sindicalistas en una protesta, como parte de una represión de larga data contra los sindicatos críticos con el gobierno.
«Instamos al gobierno del Reino Unido a utilizar su influencia en este acuerdo para exigir que el gobierno turco reconozca y respete los derechos de los trabajadores y los sindicatos», dijo a POLITICO Frances O’Grady, secretaria general del Congreso de Sindicatos (TUC).
Violación de derechos laborales
Al igual que el acuerdo de la UE en el que se basa, el acuerdo no contiene compromisos exigibles para que Turquía respete los derechos laborales que ayudarían a poner fin a las detenciones masivas de sindicalistas y la violencia policial contra las protestas pacíficas de los sindicatos.
Suspender el acuerdo perjudicaría a las empresas británicas que se benefician de los productos libres de aranceles de Turquía, como los que importan metales, textiles y componentes para la fabricación, incluidos los fabricantes de automóviles británicos. Pero el principio es importante para golpear a Turquía, dijo el TUC.
«No se puede ofrecer más acceso económico a un país que está violando atrozmente los derechos humanos», explicó Rosa Crawford, oficial de políticas del TUC. Crawford dijo que los sindicatos no quieren que se cancele el acuerdo, solo que se suspenda para presionar a Turquía.
“Es importante que apoyemos nuestra economía y buenos empleos”, dijo. «Pero no debería ser a costa de respaldar regímenes que violan los derechos humanos».
El año pasado, el país se ubicó entre los 10 peores países para los trabajadores turcos, según la Confederación Sindical Internacional. Descubrió que los sindicalistas viven en «un clima de miedo y bajo la constante amenaza de represalias». Decenas de miles de trabajadores del sector público fueron despedidos después de un intento de golpe de estado en 2016.
El TUC está hablando junto con los principales sindicatos turcos DISK y KESK. Quieren que Turquía respete las convenciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) si quiere comerciar con el Reino Unido en virtud del acuerdo.