El secretario general del Sindicato del Transporte Urbano, afiliado a CTM, informó que este lunes tendrán audiencia con las empresas responsables, de no tener alguna respuesta favorable y concreta, el martes los transportistas dejarán de operar alrededor de 250 unidades en la ciudad de Hermosillo, Sonora.
En la última audiencia antes del estallamiento a huelga del lunes se discutirá un mejoramiento en las condiciones de trabajo en cumplimiento del contrato colectivo.
Apolinar Castillo declara acerca de sus demandas:
Estamos pidiendo las mejoras a sus condiciones de trabajo como la entrega de uniformes, de seguro de vida, los mejores salarios, la entrega de sus bonos; son muchas condiciones que la empresa ha mermado en detenimiento del transporte urbano.
Se estima que en la huelga participarán alrededor de 600 operadores de transporte distribuidas en hasta 250 unidades que circulan por Hermosillo, mismas que ese día dejarían de aportar sus servicios a los más de 150 mil usuarios que utilizan este medio diariamente.
Los transportistas señalan que desde hace dos años se han mantenido los reclamos de hacia las concesionarias, pero hasta ahora no han recibido solución, llegando incluso a presentarse descensos en los sueldos en este periodo.
La empresa ha atropellado los derechos de los transportistas: CTM
Por su parte, el secretario general del CTM en Sonora, Javier VIllarreal Gámez, señaló que la nueva empresa que asumió la representación de todos los concesionarios ha “atropellado” los derechos de los trabajadores, incluyendo el arresto de miembros del sindicato que han impulsado huelgas anteriormente:
Desde marzo de este año se demandaron una serie de violaciones, la autoridad archivó arbitrariamente el expediente de huelga y tres compañeros, incluyendo el secretario general fueron apresados injustamente.
VIllarreal Gámez afirmó que los trabajadores de transporte urbano tienen la solidaridad para presionar a las autoridades correspondientes a fin de obtener una respuesta positiva.
Por último, señaló que en el 2007, cuando se integró el transporte urbano en Sonora, los trabajadores contaban con las condiciones favorables para laborar de una manera segura, sin embargo, la falta de cumplimiento al contrato colectivo comenzó desde hace un año y medio.