El rechazo a las redadas migratorias alcanzó un nuevo nivel en Estados Unidos tras la decisión de sindicatos de profesores de presentar una demanda contra Donald Trump. La acción legal busca frenar los operativos realizados dentro de escuelas, donde agentes federales han irrumpido para detener a familias migrantes, generando temor entre estudiantes y personal docente.
Los gremios educativos argumentan que estas redadas vulneran derechos fundamentales y crean un ambiente hostil en espacios destinados a la enseñanza. Además, señalaron que las incursiones interrumpen la labor pedagógica y ponen en riesgo la integridad emocional de niñas y niños. En consecuencia, la demanda pretende que los tribunales reconozcan las escuelas como lugares protegidos contra operativos migratorios.
Sindicatos defienden espacios educativos como zonas seguras
Representantes sindicales explicaron que esta acción judicial no solo busca proteger a estudiantes migrantes, sino también a maestros que enfrentan presiones para denunciar a sus alumnos. Asimismo, enfatizaron que ningún trabajador de la educación debe convertirse en agente de control migratorio.
Por otro lado, organizaciones civiles respaldaron la medida al considerar que la escuela debe ser un espacio de confianza y no de persecución. Del mismo modo, expertos en derecho laboral y educativo advierten que los operativos pueden derivar en conflictos laborales, al exponer a docentes a situaciones fuera de sus funciones.
En datos recientes, se estima que más de 5 millones de niños en Estados Unidos viven en hogares con al menos un integrante indocumentado, lo que dimensiona el impacto de las redadas en las comunidades escolares.