China ha criticado la reciente solicitud de Estados Unidos de sancionar a quienes compran petróleo ruso, calificándola como un acto de intimidación y coerción económica. Pekín sostiene que estas medidas afectan directamente la estabilidad de las cadenas de suministro globales y ponen en riesgo la seguridad comercial internacional. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Lin Jian, enfatizó que presionar económicamente no es la vía adecuada para resolver conflictos internacionales.
Además, el representante chino recordó que el diálogo y la cooperación internacional son fundamentales para mantener relaciones comerciales equilibradas. Los comentarios de Washington instaban a países de la OTAN y del G7 a tomar medidas contra compradores de crudo ruso, incluida China, para presionar el fin del conflicto en Ucrania. Sin embargo, Pekín mantiene que cada nación debe preservar sus propios intereses comerciales sin sufrir sanciones externas.
Impacto en la economía y comercio global
El rechazo de China subraya las tensiones que surgen cuando intereses económicos se enfrentan a objetivos geopolíticos. De igual manera, analistas advierten que este tipo de presiones puede tener repercusiones directas sobre trabajadores de industrias vinculadas al comercio internacional, quienes dependen de la estabilidad de los mercados energéticos.
Asimismo, el gobierno chino ha anunciado que se reserva el derecho de tomar medidas necesarias para proteger sus intereses comerciales, en un contexto donde se celebran reuniones bilaterales entre funcionarios de Washington y Pekín en Madrid.
Por otro lado, los datos del comercio internacional muestran que China sigue siendo uno de los principales importadores de petróleo ruso, cifra que ha crecido un 15 % durante el último trimestre, consolidando su posición como actor clave en el mercado energético mundial.
