Miles de personas se congregaron en el centro de Londres para manifestar su rechazo a la segunda visita de Estado del presidente estadounidense Donald Trump. Los manifestantes recorrieron Portland Place hasta Parliament Square, portando pancartas que cuestionaban políticas sobre inmigración, cambio climático y relaciones internacionales. Además, se observó el icónico inflable “Trump Baby” como símbolo de la protesta.
La acción reunió a sindicatos, organizaciones sociales y ciudadanos preocupados por los impactos de decisiones gubernamentales que podrían afectar a trabajadores y comunidades locales. La Policía Metropolitana calculó una asistencia aproximada de cinco mil personas y desplegó más de mil seiscientos agentes para garantizar la seguridad durante la manifestación.
Implicaciones económicas y tecnológicas
Durante la visita, Reino Unido y Estados Unidos anunciaron un acuerdo multimillonario en sectores tecnológicos como inteligencia artificial, informática cuántica y energía nuclear. Sin embargo, algunos residentes manifestaron inquietud por el impacto ambiental y social de estos desarrollos, incluyendo consumo energético y alteraciones en ecosistemas locales. Por otro lado, expertos señalan que la colaboración tecnológica podría generar empleo especializado, aunque su distribución y condiciones laborales siguen siendo motivo de debate.
Del mismo modo, la reunión bilateral de Trump con el primer ministro británico Keir Starmer se centrará en cooperación estratégica, aunque la percepción pública continúa marcada por la protesta social.
La manifestación de septiembre 2025 marca un precedente de movilización ciudadana ante visitas de líderes extranjeros y evidencia la importancia de la participación colectiva para visibilizar preocupaciones laborales, sociales y ambientales en contextos de decisiones económicas de alto nivel.
