El paso del huracán Melissa por Jamaica dejó cicatrices profundas en su población más vulnerable, especialmente en zonas rurales donde la infraestructura colapsó casi por completo. Mientras el país intenta reponerse, brigadas humanitarias ya se encuentran desplegadas en el terreno para ofrecer atención médica, alimentos, agua y alojamiento temporal.
Aunque la tormenta se degradó a ciclón postropical poco después de tocar tierra, los daños materiales y humanos fueron severos. El gobierno jamaiquino confirmó el envío urgente de equipos especializados en salud y logística, con el respaldo de organizaciones como la Cruz Roja y la Agencia para el Manejo de Emergencias y Desastres del Caribe.
Solidaridad humanitaria frente a una emergencia climática
El apoyo internacional se intensificó desde el 1 de noviembre, cuando una misión liderada por Estados Unidos aterrizó en la capital Kingston con suministros y personal médico. En los días siguientes, se sumaron contingentes de Canadá, Alemania y países vecinos del Caribe. Cada grupo se ha coordinado con las autoridades locales para evitar duplicidades y maximizar el impacto de la ayuda.
Por otro lado, el Ministerio de Salud de Jamaica habilitó clínicas móviles en comunidades aisladas como Portland Cottage y Rocky Point. Allí, los equipos brindan consultas médicas, medicamentos y apoyo psicológico. En paralelo, trabajadores humanitarios entregan kits de higiene y alimentos no perecederos.
