El clima de tensión que se vivía en Filadelfia cambió de rumbo cuando SEPTA y el sindicato TWU Local 234 alcanzaron un acuerdo laboral provisional que detuvo una huelga que habría paralizado a la ciudad en plena temporada navideña. Desde Estados Unidos se confirmó que la negociación avanzó tras varias jornadas de presión y con la intervención directa del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, quien facilitó el entendimiento entre ambas partes.
El convenio cubre a cerca de 5,000 operadores de autobuses, trenes y tranvías e incorpora mejoras económicas y de bienestar laboral que el sindicato buscaba desde hace años. Además, SEPTA informó que la junta deberá votar el acuerdo antes de su implementación definitiva.
Mejoras contractuales impulsan un nuevo acuerdo laboral
El contrato propone dos años de vigencia, un cambio relevante frente a los acuerdos anuales anteriores. También establece un aumento salarial de 3.5 por ciento por año, incrementos en los beneficios de pensión y una actualización del pago diferencial nocturno, que no se revisaba desde 1995. Asimismo, incluye mayor asignación para herramientas y ropa, así como mejores condiciones de ingreso para nuevos empleados, quienes accederán a beneficios de visión y dentales a los 90 días.
Por otro lado, la negociación reflejó la importancia del sistema de transporte para estudiantes, empresas y trabajadores esenciales.
Las mejoras acordadas buscan estabilizar operaciones en una red que mueve a miles de pasajeros cada día y que enfrentaba riesgo operativo ante la posible huelga. En consecuencia, el sindicato destacó que las garantías pactadas fortalecen la seguridad laboral y permiten avanzar hacia condiciones más competitivas en el sector.
La demanda de SEPTA por mantener continuidad durante una temporada de alta movilidad dejó claro el impacto económico en riesgo. Estimaciones locales indican que más de 51,000 estudiantes dependen diariamente del servicio, un dato que subraya el alcance social del sistema.
