La estabilidad económica del campo mexicano exige acciones que reconozcan la fragilidad laboral de quienes lo sostienen. En este contexto, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha reactivado un programa clave que busca ofrecer beneficios fiscales a patrones y trabajadores del sector agrícola, aliviando así una de las mayores presiones: las contribuciones patronales.
A través del Decreto de Estímulos Fiscales en Materia de Seguridad Social, en vigor desde el 13 de diciembre, los empleadores del campo podrán acceder a reducciones significativas en el pago de cuotas al IMSS, Infonavit y Aportaciones al Sistema de Ahorro para el Retiro. Esta medida se enmarca en un contexto de inestabilidad para muchas comunidades rurales, donde la informalidad, la migración y la precariedad son parte de la rutina laboral.
Reducción de cuotas para mejorar el acceso a derechos
Conforme al nuevo esquema, los empleadores agrícolas verán reducida hasta en un 90% su carga en aportaciones al IMSS. Esta rebaja busca facilitar la incorporación de más trabajadores al sistema formal sin poner en riesgo la sostenibilidad de los empleos. Además, el estímulo también incluye beneficios en el pago de cuotas al Infonavit y al SAR, lo que amplía la protección social de miles de jornaleros.
El alcance del decreto se mantiene vigente hasta el 31 de diciembre de 2030, lo que proporciona un horizonte de estabilidad fiscal para quienes decidan cumplir con sus obligaciones laborales. De igual manera, el IMSS recordó que para acceder a estos beneficios es indispensable registrar a los trabajadores en el Sistema Especial de Registro de Trabajadores del Campo (SERTC), condición obligatoria para obtener el estímulo.
Lee también: Hackean datos personales de trabajadores del IMSS
