La tensión laboral se intensificó en Perú cuando el sindicato de Coca Cola decidió mantener una huelga indefinida durante la víspera de Nochebuena, en un conflicto que expone reclamos salariales no resueltos y acusaciones de trato desigual. La protesta ocurre en un momento clave para el consumo y la distribución de bebidas en todo el país.
Desde Lima hasta Arequipa, trabajadores de la embotelladora Arca Continental Lindley paralizaron actividades para exigir mejoras económicas y beneficios laborales. El Sindicato Nacional de Trabajadores de Embotelladora Corporación Lindley sostiene que la empresa ofreció incrementos menores a su gremio frente a acuerdos alcanzados con otros sindicatos.
Además, el sindicato de Coca Cola denunció que la empresa pretende posponer la negociación colectiva hasta enero, una postura que consideran contraria al derecho de huelga reconocido por la legislación peruana. Asimismo, recordaron que el Ministerio de Trabajo declaró procedente la medida, lo que obliga a respetar el paro sin recurrir a reemplazos ni esquemas de presión.
Sindicato de Coca Cola denuncia discriminación salarial
Las bases sindicales señalaron que la diferencia en los aumentos diarios refleja una práctica discriminatoria. También afirmaron que la negativa empresarial a negociar durante la huelga agrava el conflicto y profundiza la desconfianza entre las partes.
Por otro lado, legisladores y organizaciones laborales expresaron respaldo a los trabajadores en distintas regiones. En consecuencia, la consigna “Navidad sin Inca Kola” se convirtió en símbolo de la protesta, visibilizando el impacto social del conflicto en fechas sensibles para miles de familias.
La huelga se desarrolla bajo lineamientos que prohíben el esquirolaje y limitan las tareas del personal indispensable. Datos sindicales indican que las plantas afectadas concentran a miles de trabajadores, lo que anticipa repercusiones logísticas si el conflicto se prolonga más allá de fin de año.
