La jornada laboral se encamina a un cambio histórico en México, luego de que autoridades federales confirmaran que la reducción de horas de trabajo seguirá un proceso progresivo a partir de 2026.
Tras décadas con una de las jornadas más extensas del mundo, la reducción de 48 a 40 horas semanales se consolidó como prioridad legislativa. El debate dejó de ser una demanda social aislada y pasó a formar parte del marco constitucional, con impacto directo en millones de personas trabajadoras en el país.
Además, el consenso político y social reconoce que el exceso de horas no se tradujo en mayor productividad. Especialistas laborales coinciden en que la nueva jornada laboral busca atender problemas de salud, agotamiento y estrés crónico acumulados durante años.
Jornada laboral y aplicación gradual hasta 2030
La jornada laboral de 40 horas no entrará en vigor de manera inmediata. Autoridades laborales definieron un esquema de transición paulatina que permitirá a las empresas ajustar procesos y costos operativos sin afectar el empleo.
Asimismo, el modelo adoptado contempla una reducción progresiva de horas a partir de 2027, hasta alcanzar el límite legal en 2030. Durante este periodo, se mantendrán intactos salarios y prestaciones, un punto clave para la aceptación sindical y social.
Por otro lado, la Secretaría del Trabajo informó que la experiencia de países como Chile y Colombia sirvió como referencia para evitar impactos abruptos, especialmente en pequeñas y medianas empresas.
Regulación secundaria y retos empresariales
También, el Gobierno de México prevé publicar durante el primer trimestre de 2026 las leyes secundarias que regularán el nuevo esquema. Estas normas definirán el cálculo de horas extra, sanciones por incumplimiento y posibles incentivos fiscales.
De igual manera, cifras oficiales difundidas en agosto de 2025 indicaron que más de dos mil doscientas horas anuales colocaron a México entre los países con mayor carga laboral, un dato que reforzó el respaldo político a la reforma.
