Formalidad laboral y empleo en México
La economía mexicana mantiene una estructura laboral marcada por la informalidad, un fenómeno que limita derechos, productividad y crecimiento sostenido. Un análisis reciente advierte que el diseño institucional todavía no logra crear incentivos suficientes para que más trabajadores y empresas transiten hacia la formalidad laboral.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado señaló que un marco jurídico y regulatorio adecuado puede estimular la formalidad laboral, siempre que reduzca barreras y genere certidumbre. Sin embargo, también subrayó que los elevados costos laborales no salariales siguen funcionando como un factor disuasivo para empleadores y trabajadores.
De acuerdo con el organismo, la economía informal se ha convertido en una alternativa recurrente para quienes requieren ingresos inmediatos para el sustento familiar. Esta dinámica refleja la ausencia de estrategias efectivas que favorezcan la creación de nuevas empresas formales capaces de ofrecer empleos de calidad.
La informalidad adopta múltiples formas, desde actividades en hogares hasta ventas en la vía pública o centros sin reconocimiento oficial. Además, su permanencia responde a factores estructurales como el costo de cumplir con obligaciones fiscales y de seguridad social.
Las cifras del último Censo Económico muestran que entre 2018 y 2023 se crearon 668 mil nuevas unidades económicas, de las cuales 511 mil nacieron en la informalidad. Aunque se generaron 833 mil empleos en total, estos se concentraron mayoritariamente fuera del sector formal.
En consecuencia, la informalidad sumó 856 mil puestos de trabajo, mientras que la formalidad perdió alrededor de 24 mil empleos. Este comportamiento confirma un patrón persistente que preocupa a los analistas del sector privado.
Asimismo, el comercio al menudeo y la construcción concentran el 45.5 por ciento de la ocupación informal, lo que revela la vulnerabilidad de sectores clave para el empleo urbano. Aunque la proporción general se ha mantenido cercana a 45 por ciento formal y 55 por ciento informal, los datos recientes muestran un deterioro en el margen.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo indica que, hasta octubre, la ocupación informal aumentó en 2.0 millones de personas, mientras la formal disminuyó en casi 500 mil. Este entorno refuerza la urgencia de políticas que faciliten la permanencia y expansión de empresas dentro del sector formal.
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