Un llamado sindical vuelve a movilizar a Portugal tras más de una década sin una huelga general. La convocatoria surge como respuesta al nuevo paquete laboral impulsado por el gobierno de Luís Montenegro, cuyas medidas generan preocupación por su posible impacto en derechos adquiridos. El paro nacional está programado para el 11 de diciembre y reúne a trabajadores de distintos sectores en defensa de condiciones laborales consideradas esenciales.
La propuesta gubernamental incluye la flexibilización de reglas para despidos, la ampliación de contratos temporales y una mayor apertura a la subcontratación. También incorpora ajustes en permisos como los destinados a lactancia o duelo. Estas modificaciones encendieron alertas en organizaciones sindicales que advierten sobre un aumento de la precariedad y una reducción del margen de protección para la clase trabajadora.
Huelga general en Portugal ante reformas laborales
La dimensión de la convocatoria anticipa impactos significativos. Diversos sectores, entre ellos transporte, salud y educación, prevén interrupciones relevantes. Además, se esperan afectaciones en aeropuertos y servicios públicos básicos debido a la amplia adhesión al paro. La movilización coincide con un escenario económico tenso en el que los trabajadores buscan preservar avances históricos del ámbito laboral.
Por otro lado, la huelga general expresa el desacuerdo social frente a reformas que podrían alterar el equilibrio entre trabajadores y empleadores. De igual manera, envía un mensaje firme al gobierno sobre la importancia de mantener un diálogo que considere garantías laborales básicas en un contexto de cambios estructurales.
Las cifras más recientes difundidas por organizaciones sindicales estiman que cerca de la mitad de la población activa podría sumarse al paro, lo que convierte este momento en una de las protestas más amplias registradas en Portugal en los últimos años.
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