El acceso al IMSS para repartidores y conductores de aplicaciones digitales en México está por enfrentar un nuevo umbral económico. A partir de enero de 2026, deberán registrar ingresos mensuales de al menos 18,964 pesos para acceder a los beneficios de seguridad social bajo el esquema de afiliación propuesto por el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Este ajuste se deriva de la actualización automática del valor de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), el indicador sobre el que se basa este modelo de cotización voluntaria. En 2025, el ingreso mínimo requerido era de 16,777 pesos; el alza representa un incremento del 13%. Con esta modificación, el monto de contribución al IMSS que deberán pagar las plataformas pasará de 53 a 60 pesos por trabajador al día.
Repartidores, conductores y la realidad económica
El reto, sin embargo, no es menor. Una parte significativa de estos trabajadores no alcanza los ingresos requeridos, lo que limita su derecho a servicios médicos, incapacidades, pensiones por invalidez o jubilación, entre otras prestaciones. A pesar de los avances legislativos para regular su situación laboral, el acceso efectivo a la seguridad social sigue dependiendo de metas de ingreso difíciles de alcanzar para muchos.
Por otro lado, el modelo propuesto por el IMSS plantea que las plataformas de apps asuman la mayor parte de las contribuciones, sin que ello signifique establecer una relación laboral formal. Se trata de un mecanismo intermedio que ha generado debate en sectores sindicales y jurídicos, al dejar sin resolver temas clave como la estabilidad en el empleo o el salario mínimo garantizado.
