La reducción de la jornada laboral en México está más cerca de convertirse en realidad. La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) mantiene mesas de negociación con sindicatos, cámaras empresariales y especialistas para definir la implementación de la reforma que reducirá la semana laboral de 48 a 40 horas.
De acuerdo con fuentes cercanas al proceso, el proyecto se presentará en noviembre ante la Cámara de Diputados. El objetivo es garantizar una transición gradual que proteja los derechos de los trabajadores y evite afectaciones a la operación de las empresas.
Un cambio histórico para millones de trabajadores
Más de 30 millones de personas laboran más de 40 horas semanales en México, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. La reforma representa una oportunidad para mejorar su calidad de vida y acercar al país a los estándares laborales internacionales. En consecuencia, se espera que la transición comience el 1 de mayo de 2026, una fecha simbólica para el movimiento obrero.
Fuentes involucradas en las negociaciones confirmaron que la reforma incluirá medidas de flexibilidad. Entre ellas se analiza ampliar el límite de horas extra y regular las jornadas especiales previstas en la Ley Federal del Trabajo. Además, se discute la deducibilidad total de prestaciones laborales, una propuesta respaldada por sindicatos y empresarios, aunque aún sin consenso final dentro del gobierno.
Un nuevo equilibrio laboral en discusión
La presidenta Claudia Sheinbaum instruyó a la STPS a presentar un esquema que permita reducir la jornada sin pérdida salarial. En paralelo, la Cámara de Diputados acumula 16 iniciativas similares, lo que evidencia el interés legislativo por concretar el cambio antes de fin de año.
En el Senado, la senadora Geovanna Bañuelos reiteró que la reducción de la jornada laboral es prioritaria y que el Congreso buscará aprobarla antes de concluir el periodo ordinario.
