El colapso de un restaurante en el corazón de Palma, capital de la isla española de Mallorca, provocó una rápida y ejemplar respuesta por parte del cuerpo de bomberos local. El derrumbe, ocurrido la noche del lunes 6 de octubre, dejó un saldo trágico de cuatro personas fallecidas y al menos dieciséis heridas, varias de ellas en estado crítico.
La explosión, cuyo origen se investiga, se produjo en el restaurante «Medusa Beach Club», un concurrido establecimiento ubicado en primera línea de playa. Testigos señalaron que el estruendo fue seguido por una gran nube de polvo y gritos de personas atrapadas entre los escombros. En menos de diez minutos, equipos de emergencia ya estaban en el lugar, demostrando una coordinación que fue clave para evitar una tragedia aún mayor.
Respuesta inmediata de los bomberos en Palma
La intervención de los bomberos fue decisiva. Con herramientas especializadas, lograron abrir paso entre los restos de la estructura derrumbada, rescatando a varias personas con vida. Algunos de los heridos presentaban politraumatismos y fueron trasladados de inmediato a hospitales cercanos. Las víctimas mortales incluyen tres mujeres y un hombre, entre ellos una trabajadora del local y turistas extranjeros.
Además, psicólogos y personal de apoyo acompañaron a los familiares de las víctimas durante las primeras horas tras el siniestro, en una muestra de atención integral ante emergencias de esta magnitud.
Bomberos en Palma: compromiso más allá del rescate
Los sindicatos de servicios de emergencia han destacado en diversas ocasiones la necesidad de mejorar las condiciones laborales y la capacitación constante. Eventos como este confirman la importancia de contar con profesionales entrenados y equipos adecuados.
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