Un nuevo incidente laboral conmociona a Corea del Sur tras el derrumbe parcial de una planta termoeléctrica en construcción en la ciudad de Samcheok, provincia de Gangwon. La estructura colapsó la mañana del jueves 7 de noviembre, mientras se realizaban trabajos de concreto en una torre de enfriamiento de 220 metros de altura.
El accidente dejó un saldo preliminar de tres trabajadores muertos y al menos cinco más atrapados bajo los escombros. Las autoridades confirmaron que entre las víctimas se encuentran empleados coreanos y migrantes de origen extranjero, lo que vuelve a poner en evidencia los riesgos estructurales y de seguridad en obras de gran escala.
Condiciones laborales bajo la lupa
Las primeras investigaciones señalan que la parte superior de la torre colapsó repentinamente, provocando una caída en cadena que arrastró a los trabajadores que se encontraban en los niveles superiores. Equipos de rescate, bomberos y personal militar continúan en la zona en un operativo contrarreloj, mientras las familias esperan noticias con angustia.
Además de la gravedad del hecho, preocupa el posible incumplimiento de protocolos de seguridad. El sitio estaba en fase de construcción avanzada, bajo responsabilidad de Samsung C&T, una de las mayores constructoras del país. La planta, una vez concluida, tendría una capacidad de 2,100 megavatios, siendo una de las más ambiciosas en su tipo.
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