La reciente decisión de Donald Trump de eximir a China de ciertas restricciones en la construcción naval ha generado una oleada de críticas desde los principales sindicatos de trabajadores en Estados Unidos. Esta medida, anunciada en un contexto de campaña electoral, preocupa por sus implicaciones para el empleo local y la seguridad industrial, dos pilares históricos del sindicalismo estadounidense.
Sindicatos alertan impacto en industria naval
El expresidente y actual candidato republicano firmó en agosto un acuerdo que permitiría a empresas chinas participar en procesos vinculados al desarrollo de barcos utilizados por entidades del gobierno estadounidense, sin estar sujetas a las restricciones tradicionales del “Buy American Act”. Los sindicatos interpretan esta acción como un debilitamiento de los estándares laborales y de producción nacional.
La AFL-CIO, una de las principales confederaciones sindicales del país, advirtió que la exención representa un riesgo directo para los trabajadores de astilleros en estados clave como Wisconsin, Virginia y California. Además, sectores vinculados a la defensa nacional cuestionaron la decisión desde una óptica de seguridad estratégica, ya que involucra capacidades de fabricación sensibles.
Del mismo modo, representantes del sector sindical alertan sobre una posible pérdida de miles de empleos calificados en la industria naval, en momentos donde se demandan políticas industriales que fortalezcan el trabajo local y reduzcan la dependencia extranjera.
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