La empresa estadounidense xAI, dirigida por Elon Musk, despidió recientemente a 500 empleados que habían participado en el entrenamiento de su modelo Grok. Esta decisión afecta directamente a quienes colaboraron en la fase inicial de desarrollo de la herramienta y ha generado preocupación sobre la estabilidad laboral dentro del sector tecnológico.
El recorte se dio en agosto de 2025 y representa una salida significativa de personal en un momento en que la compañía buscaba posicionarse como un actor clave en inteligencia artificial generativa. Los trabajadores afectados se encontraban en áreas de soporte y operaciones de datos, funciones esenciales para garantizar la precisión del modelo.
Impacto en la fuerza laboral
Los despidos de xAI llegan en un contexto donde las grandes tecnológicas ajustan plantillas para reducir costos, a pesar de los ingresos multimillonarios asociados a la inteligencia artificial. Del mismo modo, la medida alimenta el debate sobre la seguridad laboral de quienes desempeñan funciones críticas pero menos visibles en estas corporaciones.
Expertos en relaciones laborales señalan que la magnitud de la decisión de xAI refuerza la necesidad de mecanismos de protección para los equipos que contribuyen al entrenamiento y la operación de tecnologías emergentes.
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Por otro lado, el despido de 500 trabajadores coincide con el impulso de Musk para competir con otros gigantes del sector, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de la estrategia de crecimiento acelerado. Mientras los avances tecnológicos avanzan a gran velocidad, la estabilidad de quienes los hacen posibles continúa en entredicho.
Un informe reciente sobre el mercado laboral en Estados Unidos reveló que en 2024 más de 260 mil empleos vinculados a tecnología se vieron impactados por ajustes organizacionales, cifra que se suma ahora al recorte de xAI.