La industria textil y de confección en Argentina atraviesa uno de sus momentos más difíciles. En medio de la recesión económica y la caída del consumo, el sector reporta una pérdida sostenida de empleos, reducción de turnos y cierre de talleres que no logran sostener los costos de producción.
Las medidas de liberalización impulsadas por el gobierno de Javier Milei, enfocadas en la apertura de importaciones y la eliminación de subsidios, han golpeado con fuerza a una de las ramas manufactureras más tradicionales del país. Además, la caída del poder adquisitivo de los consumidores redujo drásticamente la demanda interna, lo que ha obligado a muchas empresas a operar por debajo de su capacidad.
Industria textil y empleo en riesgo
El sector manufacturero, especialmente el textil, emplea a decenas de miles de trabajadores en todo el territorio argentino. La reducción de pedidos, sumada al encarecimiento de las materias primas, ha generado preocupación en los sindicatos, que piden al gobierno medidas urgentes para proteger los empleos.
De igual manera, cámaras industriales advirtieron que la apertura comercial sin regulaciones suficientes puede profundizar la competencia desleal frente a productos importados a bajo costo.
Por otro lado, la industria local ha resaltado la necesidad de políticas que fortalezcan la cadena productiva nacional. La situación actual también impacta a pequeñas cooperativas y talleres familiares que dependen de la confección como principal fuente de ingreso.
Reestructuración productiva y desafíos laborales
En consecuencia, la crisis del sector textil no solo representa un problema económico, sino también social. Miles de trabajadores enfrentan incertidumbre ante la reducción de jornadas y la pérdida de beneficios laborales.
Datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) muestran que la producción manufacturera cayó más del 10% interanual en el último trimestre, siendo la textil una de las más afectadas, lo que confirma la magnitud del desafío laboral que atraviesa Argentina.