Una nueva señal de alerta sobre la fragilidad financiera de los municipios mexicanos se encendió este octubre en Mapimí, Durango. El Ayuntamiento no logró cubrir en su totalidad el pago de nómina correspondiente a la primera quincena del mes, dejando a cientos de trabajadores en un limbo económico.
La alcaldesa Rocío Moreno Báez informó que los pagos incompletos fueron consecuencia directa de la escasez de recursos, derivada de una baja en las participaciones federales y estatales. Aunque se priorizó a elementos operativos como policías, personal de servicios públicos y recolección de basura, el resto del personal quedó parcialmente desprotegido.
Retraso de nómina impacta derechos laborales
Además, reconoció que este no es un hecho aislado. Durante los últimos meses, el municipio ha enfrentado dificultades recurrentes para cubrir sus compromisos salariales, lo que evidencia una crisis estructural en la gestión financiera local. A pesar de que el gobierno municipal busca gestionar apoyos extraordinarios con el estado, no se ha establecido aún una solución definitiva ni fechas claras para saldar los montos pendientes.
Por otro lado, el impacto en las familias de los trabajadores es profundo. El retraso en los sueldos afecta directamente el acceso a alimentos, transporte, servicios básicos y educación, en una región ya de por sí marcada por altos índices de marginación.
Este escenario obliga a repensar el modelo de financiamiento municipal y la urgencia de blindar los derechos laborales. En tanto, los empleados públicos de Mapimí continúan cumpliendo sus funciones, aun sin certeza sobre su salario.
