La situación laboral en los aeropuertos de Portugal dio un giro reciente luego de que los sindicatos del sector de asistencia en tierra decidieran cancelar la huelga que se había convocado entre septiembre y enero. La decisión llegó después de que un tribunal arbitral determinó servicios mínimos considerados demasiado elevados, lo que, según las organizaciones de trabajadores, impedía ejercer el derecho de huelga de manera efectiva.
La movilización había sido impulsada por el Sindicato de Industrias Metalúrgicas y Afines y el Sindicato de Transportes, en demanda de mejores condiciones laborales y salariales para el personal de la empresa SPdH/Menzies. La protesta iba a extenderse por 76 días en varios aeropuertos del país, un periodo que habría impactado de forma directa la operación en terminales clave y la planificación de vuelos durante meses.
Sindicatos y la imposición de servicios esenciales
Además, los sindicatos señalaron que la resolución del tribunal, que obligaba a mantener la operatividad total en vuelos nacionales y una proporción significativa en rutas internacionales, neutralizaba el sentido de la huelga. De igual manera, las organizaciones adelantaron que evaluarán nuevas formas de presión, manteniendo la negociación abierta con autoridades y empresa.
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Efectos en el sector aeroportuario portugués
De igual manera, la cancelación de la huelga ofrece alivio para aerolíneas y viajeros, pero no resuelve el conflicto de fondo. Los trabajadores reclaman ajustes salariales que reflejen la carga operativa, condiciones para turnos nocturnos y garantías en la distribución de tareas. En 2024, el sector de asistencia en tierra atendió más de 60 millones de pasajeros en aeropuertos portugueses, lo que da dimensión del alcance de cualquier disputa laboral en este ámbito.
