Trabajadores iraníes enfrentan presión por presupuesto con alzas de impuestos, salarios limitados y reducción de subsidios en Irán
Trabajadores iraníes resienten ajuste fiscal y alza de impuestos

Trabajadores iraníes resienten ajuste fiscal y alza de impuestos

La política fiscal vuelve a colocar a los trabajadores iraníes en el centro del debate económico en Irán, tras la presentación de un proyecto presupuestario que redefine cómo el Estado busca reducir su déficit.

El gobierno iraní envió al Parlamento un borrador presupuestario para el próximo año fiscal que economistas y analistas describen como el más restrictivo en décadas. La propuesta traslada el peso del ajuste a asalariados y consumidores, en un contexto de inflación persistente y bajo crecimiento económico en Irán.

Además, el Ejecutivo defendió el proyecto como un ejercicio de disciplina fiscal y transparencia, orientado a contener el déficit y moderar el alza de precios. Sin embargo, especialistas laborales advierten que la estructura del plan limita el margen de protección para los trabajadores iraníes.

Trabajadores iraníes y mayor carga tributaria

Los trabajadores iraníes enfrentan un escenario complejo debido al mayor énfasis en la recaudación tributaria frente a los ingresos petroleros. Economistas locales cuestionan la viabilidad de esta estrategia ante sanciones internacionales y una economía estancada.

Asimismo, el proyecto prevé un aumento del impuesto al valor agregado y una reducción de divisas subsidiadas para importaciones esenciales. Estas medidas ya provocaron incrementos en precios de alimentos y medicinas, lo que afecta directamente el poder adquisitivo de los hogares.

Por otro lado, el gobierno plantea compensaciones mediante vales electrónicos de alimentos y ajustes parciales a pensiones. Críticos señalan que estos mecanismos no neutralizan el impacto inflacionario sobre el consumo cotidiano.

Salarios, subsidios y riesgo social

También, el plan presupuestario contempla un aumento salarial inferior a la inflación estimada, lo que profundiza la pérdida real de ingresos. Analistas sostienen que el ajuste busca cerrar el déficit sin reformar gastos institucionales considerados ineficientes.

De igual manera, expertos advierten que la reducción de subsidios energéticos anticipa alzas en combustibles y transporte. Informes económicos publicados en septiembre de 2025 señalan que más del sesenta por ciento del déficit operativo del año previo se concentró en partidas sin desglose claro, un factor que incrementa el riesgo de descontento social.

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