La propuesta de reducir la jornada laboral a 40 horas semanales ha comenzado a tomar forma en Veracruz, donde autoridades locales se preparan para entablar un diálogo directo con empresarios y sindicatos. La Secretaría de Trabajo, Previsión Social y Productividad del estado informó que convocará a una serie de encuentros con estos sectores para evaluar implicaciones y alcances de esta reforma.
La iniciativa, que forma parte de la discusión nacional sobre condiciones laborales más dignas, no tiene fecha específica para su implementación, pero ya figura como prioridad en la agenda estatal. Se pretende que las mesas de trabajo inicien en enero, enfocándose en construir acuerdos con base en criterios técnicos, económicos y sociales.
Empresarios ven riesgos, sindicatos exigen garantías
Mientras el sector empresarial advierte sobre los posibles efectos en la productividad y el incremento de costos operativos, los sindicatos insisten en que la reducción de la jornada no debe traducirse en menores ingresos ni despidos. La secretaria Dorheny García Cayetano ha reiterado que este proceso no será impuesto, sino acordado colectivamente.
En este contexto, el Gobierno de Veracruz ha expresado su disposición para acompañar a las empresas, especialmente a las micro y pequeñas, en el proceso de adaptación, si la reforma se aprueba a nivel federal. Además, se prevé realizar foros abiertos y diagnósticos participativos para garantizar una visión equilibrada.
Este tipo de diálogo tripartito refleja una voluntad política orientada al respeto de los derechos laborales y a la estabilidad económica del estado.
