Trabajadores eléctricos en Carolina del Norte organizaron un sistema de protección en sus lugares de trabajo tras los recientes operativos de agentes de inmigración. La medida surge como respuesta a la creciente presión contra empleados migrantes en obras de construcción y subraya la determinación sindical de garantizar seguridad y dignidad en el empleo.
La organización de cuadrillas incluyó brigadas que alertan sobre la presencia de agentes, con protocolos de comunicación diseñados para reducir el riesgo de detenciones arbitrarias. Además, se establecieron equipos encargados de orientar a compañeros sin papeles sobre sus derechos laborales y migratorios. En consecuencia, la acción sindical busca frenar el miedo que afecta a numerosas familias trabajadoras.
Sindicatos fortalecen solidaridad laboral frente a redadas
Dirigentes sindicales destacaron que estas acciones buscan proteger no solo a migrantes, sino también a todo trabajador que enfrenta condiciones de vulnerabilidad en la industria de la construcción. Asimismo, remarcaron que el esfuerzo colectivo refuerza la confianza entre compañeros de oficio y evita la fragmentación de las plantillas.
Por otro lado, asociaciones de defensa laboral señalaron que la coordinación en Carolina del Norte puede convertirse en un modelo replicable en otras regiones del país. Del mismo modo, analistas en relaciones laborales advierten que la presión migratoria se ha convertido en un factor de precarización que golpea directamente a los sectores sindicalizados.
En cifras recientes, se estima que al menos el 10 por ciento de los trabajadores de la construcción en Estados Unidos carece de documentación migratoria regular, lo que explica la magnitud de la estrategia preventiva impulsada en Carolina del Norte.