En España, la muerte de un familiar cercano continúa siendo un desafío laboral que no encuentra respuesta en la legislación actual. El permiso por fallecimiento, regulado por el Estatuto de los Trabajadores, no ha recibido ninguna mejora en casi medio siglo, dejando a miles de empleados sin el apoyo necesario para enfrentar un proceso de duelo digno.
El marco legal vigente establece dos días de permiso retribuido, ampliables a cuatro en caso de desplazamiento. Sin embargo, las demandas sindicales insisten en que este tiempo resulta insuficiente y desconectado de la realidad emocional y social que supone la pérdida de un ser querido.
Permiso por fallecimiento en debate sindical
Las centrales sindicales españolas han reiterado que los permisos por fallecimiento deben revisarse con urgencia. Señalan que los avances sociales de las últimas décadas no se han reflejado en la legislación laboral, generando un vacío entre las necesidades de las personas y los derechos reconocidos por la norma. En consecuencia, los convenios colectivos han intentado cubrir parcialmente esta carencia, aunque de manera desigual entre sectores y empresas.
Por otro lado, algunos países europeos han extendido a una semana o más el permiso por fallecimiento, lo que ha abierto el debate sobre la necesidad de homologar estándares en el ámbito comunitario.
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Una reforma laboral pendiente
Desde agosto de 2025, diversos colectivos han puesto sobre la mesa la propuesta de ampliar la cobertura y duración del permiso por fallecimiento. El Ministerio de Trabajo ha recibido peticiones formales para impulsar una reforma que contemple al menos cinco días de ausencia retribuida, con posibilidad de ampliación en situaciones especiales.
Actualmente, más de un tercio de las solicitudes de mejora provienen de trabajadores del sector servicios, donde la conciliación resulta más compleja y urgente.
