La discusión pública en México tomó un giro relevante luego de que especialistas advirtieron que el reciente ajuste al salario mínimo podría tensar la creación de empleo formal si no se acompaña de aumentos en productividad. El país encara este debate en un contexto de desaceleración del mercado laboral y alzas consecutivas al salario base.
El incremento de 13 por ciento para 2026 fue celebrado por sindicatos, empresarios y gobierno como un acuerdo nacional. Además, diversos análisis señalan que la continuidad de ajustes de doble dígito podría complicar la contratación formal, en especial para sectores con márgenes estrechos. Por otro lado, las organizaciones empresariales enfatizaron la necesidad de sostener competitividad y viabilidad de pequeñas y medianas empresas.
Presiones sobre empresas y empleo formal por el salario mínimo
Economistas consultados aseguran que el avance del salario mínimo sin mejoras estructurales abre riesgos para la creación de empleos formales. También destacan que la reciente caída de 176 mil plazas formales y el aumento en la informalidad, que ya supera 55 por ciento, muestran vulnerabilidad. Asimismo, analistas sostienen que las empresas enfrentan mayores costos laborales ante una productividad estancada desde 2009.
En este punto, algunas voces plantean la urgencia de revisar factores fiscales y regulatorios que frenan la transición hacia unidades económicas formales. De igual manera, especialistas advierten que sin acceso a financiamiento barato y sin reglas fiscales equilibradas, el reto para las pymes será considerable.
Productividad y cargas laborales como retos estructurales
Del mismo modo, estimaciones recientes indican que los ajustes al salario mínimo presionarán más a empresas intensivas en mano de obra, especialmente aquellas con personal de baja calificación. Además, algunos centros de análisis prevén que aumente el riesgo de informalidad debido al incremento de costos laborales para negocios pequeños.
El dato más reciente muestra que la productividad laboral se mantiene en niveles equivalentes a los de 2009, lo que confirma el tamaño del desafío para sostener el empleo formal y financiar futuros incrementos salariales.
Las proyecciones financieras advierten que las empresas con menor escala enfrentan la mayor probabilidad de trasladar operaciones a la informalidad si los costos continúan al alza.
